El SER de las Subjetividades, las crítica de arte + la perspectiva elitista que se lleva con el kitsch y el populismo.

“Facultad del alma que discierne las bellezas de un autor con placer y las impresiones con desagrado” Joseph Adisson – siglo XVIII –

 

Calificar el arte es una tópico difícil. Enfrentarnos a los paradigmas sociales, la educación mediocre sumada a los gustos que penden del hilo social y cultural que nos rodean , podemos llegar a preguntarnos si el GUSTO por el arte existe o es solo una utopía más de la banalidad en una buena educación y cultura adquirida a lo largo de nuestras vidas.Como poder catalogar entre bueno y malo de algo expresado.

Recordando que etimológicamente el arte no es mas que una expresión; en cualquier rubro sugerido ya se plástico o escénico, seria muy pretencioso de nuestra parte poder seleccionar lo que funciona y no funciona en una sociedad que demanda verdades. Podría justificar todo el arte ante la subjetividad, ya que al final, nos basamos en percepciones. Si el arte data de ser una expresión es comprensible ser calificado por una percepción , como pretender entender una expresión con una razón y no con el sentir provocado ante la obra? El buen gusto por el arte nace del academicismo con formas elitistas de estética apegadas a lo correcto técnicamente ya establecido por unos cuantos.

Ante la conquista de la modernidad y la autonomía de libre expresión requerimos no mas que un proceso sensible imaginario del nacer de la obra ante el sentir del gestor.

Entender el GUSTO, es una eterna pelea entre el juicio lógico y el juicio estético, el entendimiento y el sentimiento , entre la razón y tus entrañas. Ya decía bien Carlos Fajardo que – el gusto puro no existe, las sensibilidades están contextualizadas y contaminadas por diversos procesos culturales- .

Siento decepcionar a algunos cuantos al decir que no existe la llamada autonomía del gusto, aunque la modernidad lo sugiera al querer independizar nuestros actos , no podemos jactarnos de fundar nuestras apreciaciones en nosotros mismos, No pueden ser autofundadas ni ahistoricas, pues cualquier concepto que nos creamos es precedido por un dato cultural, social e histórico adquirido a lo largo de nuestras vidas.

Las formas de observar han cambiado y dependen totalmente de la temporalidad habitada pues todas las percepciones se transforman de acuerdo a nuestros tiempos y al elitismo de la opinión publica.

Lo bello, lo feo, lo sublime, lo interesante, lo placentero, la gracia, lo delicado, lo grotesco, se han mutado al pasar de los años y van de la mano con las modas impuestas. Al final de todo, lo que no entendemos lo conceptualizamos que también es invadido por el gusto según nuestro entendimiento. No podemos establecer que es correcto e incorrecto, bueno y malo, bello y feo cuando el arte se basa en la expresión .

Lo único que si podemos concretar es que un gusto culposo del arte podría ser la ausencia del arte mismo . Hasta el color blanco habla como el silencio expresa.

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